Me ENCANTA esta frase de Joyce Meyer y la uso frecuentemente. Es una verdad que guardo muy cerca a mi corazón, especialmente cuando la queja comienza a aparecer y quiere controlar mis pensamientos y mis palabras. Me he dado cuenta que es muy fácil quejarte de tu situación, porque la queja viene de repente y se mete en tus hábitos, y sin darte cuenta, ya te estas quejando de todo – olvidando que al hacer esto, estas trayendo demora y tiempo perdido, al igual que tu paz mental es robada. Al acordarme de esta frase, cuando me dan ganas de quejarme, Dios me lleva en una jornada… Eso inmediátamente trae lágrimas de gratitud a mis ojos, cuando pienso en la fidelidad de Dios a mi familia y a mi. He pasado unas noches sin poder dormir y es durante estas noches que Dios me lleva en la jornada de donde estábamos hace 3 años y lo mucho que hemos pasado y hasta donde hemos llegado ahora, y aún lo que falta; y una paz me inunda en esos momentos, junto a lágrimas de gratitud y no puedo dejar de pensar, Cuán grande y bueno es Dios.
Recuerdo una vez, creo que hace 4 años, en mi cumpleaños. Dios me dió una Palabra mientras estaba en mi tiempo devocional con El, y El me dijo que estábamos entrando en una nueva temporada, una “pre-temporada”
ó la temporada que viene antes de la temporada del cumplimiento. Me sonó un poco raro, pero entendí en mi espíritu lo que El me decía. Y aún lo entiendo más ahora. Básicamente, El nos estaba preparando para entrar a la temporada del cumplimiento, pero necesitábamos una “pre-temporada”, en la cuál El nos posicionaba correctamente para entrar a la temporada del cumplimiento. Y, con los cambios que estaban sucediendo en ese entonces, yo pense, está bien, Dios, vámos! Lo que yo no sabía era que esa “pre-temporada” duraría 4 años y que nos regresaría a la Costa del Este (East Coast) que tanto amamos.
La forma en que Dios trabaja es divertida.
Ahora, al continuar viendo cambios y al ver qué tán cerca estamos de realizar otra meta, me doy cuenta que esos 4 años fueron los de la “pre-temporada” y que, ó ya hemos entrado a la del cumplimiento, ó estamos bien cerca de entrar cuando esta meta se cumpla. Y, mientras escribo esto, mi espíritu se emociona y se alegra, y una vez mas solo puedo pensar, Dios, cuán grande y bueno eres!
Amigo, cuando estes tentado a quejarte, recuerda esta frase y deja que Dios te lleve en la jornada recordándote donde estabas y donde estas ahora. Te garantizo que paz y gratitud cambiarán instantáneamente los gruñidos de queja a gritos de alabanza y acción de gracias.
Michelle
