Alimento de Perspectiva

Alimento del Dia

 

 

Mientras meditaba esta mañana en mi vida, en Dios y en la necesidad que tenemos como seres humanos de saber que somos valiosos y amados, de repente vinieron estas palabras a mi espíritu y decidí escribirlas en mi Facebook:  Quiero dejarte saber que Dios tiene un propósito para ti, y que Su amor es tuyo, incondicionalmente!

Parecen palabras sencillas, pero cargan un significado grande; ¡tan grande que a veces se nos olvidan! Sí, a veces se nos olvida que el Amor de Dios es nuestro, incondicionalmente; se nos olvida que El tiene un propósito para nosotros. Nuestra mente y nuestras emociones juegan con nosotros hasta a veces llegar a pensar que no somos útiles y nos ponemos a pensar "para qué estoy aquí" "qué estoy haciendo con mi vida". Pasamos por el día con tantas cosas en mente y con tanto quehaceres y de repente, Dios nos toca al hombro y nos recuerda de Su Amor, de Su propósito y de Sus misericordias que son nuevas cada día. Es entonces cuando nos detenemos y nos damos cuenta que entre todo lo que está en nuestro alrededor, nosotros tenemos un propósito definido, y podemos comenzar a traer órden a los pensamientos, a las situaciones y a las emociones que nos quieren desequilibrar..

¿Cómo yo se que tengo un propósito? Pues porque mi Papito no me creó ni formó asi por asi, ni tampoco fuí un "accidente" de mis padres. Yo tengo un gran valor en los ojos de mi Papito. Yo tengo un gran destino y propósito aquí en la tierra porque El no me dió vida sin sentido.  Lo sé porque EL me dió vida, y TODO lo que El creo, lo hizo bueno. Lo sé porque desde que El me formó, El me vió.          "Porque Tú formaste mis entrañas; Me hiciste en el seno de mi madre... Tus ojos vieron mi embrión,
Y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos."-Salmos 139:13-16

Desde la Creación, Dios ya tenía un plan. Ese plan me incluía a mí y te incluía a tí. Cuando el nos "ve" no solo es ver asi como tu y yo entendemos la palabra. El "ver" es examinar, estudiar, tomarse tu tiempo detalladamente en cada don, talento y caraterística única con la cuál El nos hizo. Como no va a tener un propósito para mi vida cuando no solo me formó, pero me vió y escribió en Su libro todos los días que me dió aun ANTES que existiera.  Nuestro Padre es un Padre de detalle que no hace nada solo por hacerlo. El tiene un plan y propósito para tu vida, y es solo con Su amor y Su presencia que podrás descubrir cuál es ese propósito.

¿Cómo yo sé cuál es mi propósito? Pues pidiendole a mi Padre que me lo revele, que me lo muestre, que me diga y ponga ideas y revelación fresca para entender cuál es mi propósito. Mi propósito, igual que el tuyo es para marcar la diferencia en este mundo, es para adorarle. Como lo hacemos es la clave. El pone en nuestros corazones la pasión y la idea y el llamado para desarrollar nuestros dones y talentos y ponerlos a Su servicio.  Habla con tu Padre hoy y pídele que te muestre tu propósito. Al hacerlo, vas a entender y experimentar el tan gran Amor que el tiene por tí, un Amor incondicional que te dá las fuerzas para conquistar el terreno ¡que es tuyo! 

 

 

 

Es mi oración que esta reflexión sea parte de tu almiento del día.
Te quiero.
Bendiciones,
Michelle   


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