Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes (gobernantes) de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes. -Efesios 6:12
Es interesante como Dios nos muestra en la Biblia que nuestra vida Cristiana es semejante a una guerra, una guerra en la cual hay soldados luchando por una libertad. Esta el campo del bien y el campo del mal. Lo podemos leer allí en Efesios 6. Si esto es una realidad, entonces, ¿por qué se nos hace tan difícil creérlo? Sí, a veces se nos hace dificil creer que estamos en una lucha constante, y aún peor se nos olvida que la lucha no es contra carne ni sangre sino contras los mismos demonios que el perro - cochino envía para atacarnos y sacarnos del campo de batalla. Nuestro papel aqui en la tierra es ser embajadores, representantes de Dios y Su Reino. Como soldados, somos llamados para cumplir una misión que Jesús msimo nos dejó:
“Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo." -Mateo 28:18-20
Y lo haremos igual que Jesús lo hizo:
“El Espiritu del Señor esta sobre Mi, porque Me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperacion de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del Señor.” -Lucas 4:18-19
Es importante entender bien cuál es nuestra misión, pues solo de ésta manera es que podremos entender el por qué de la guerra. He escuchado comentarios de creyentes que dicen que no le gusta eso de la guerra, que no creen que a un hijo de Dios, Cristiano se le debe comparar con soldados ni hablar de guerra. He escuchado que la Fe en Dios no tiene nada que ver con la guerra. Por eso digo que es muy necesario entender nuestra misión, lo que Dios nos ha llamado a hacer y de esa forma entenderemos que para que se cumpla la misión, habrá oposición. Recuerden que cada país que ha luchado por ser libre lo ha tenido que hacer bajo una guerra, una lucha, pues siempre hay lados que se opongan a darle a un país su libertad. Lo mismo sucede dentro del Reino de Dios. Nosotros como soldados somos llamados para traer libertad, para sanar y restaurar, para cambiar y trastornar tal y como lo hizo Jesús. El ministerio de Jesús en la tierra fue uno un poco controversial. Sí, hubieron controversias cuando El hacía milagros, cuando El enseñaba revelación nuvea y fresca que iba en contra de los espíritus religiosos de los fariseos y saduceos. La misión de Cristo fué de libertar y hacerlo todo nuevo. El enfrentó una lugha, una guerra intensa por lo que El estaba haciendo. Sí, amado amigo, amiga, ¿por qué entonces nos sorprendemos nosotros cuando enfrentamos ataques y lucha cuando oramos por un enfermo, ó profetizamos una palabra de libertad a un oprimido?
Algo que debemos siempre recordar es que una de las armas fuertes que usa el diablo en contra nuestra es la incredulidad. La Palabra de Dios dice que estamos en una batalla. Entonces, si estamos constantemente en una batalla que no es contra carne ni sangre sino contra el enemigo de nuestras vidas, que siempre quiere destruirnos, nosotros necesitamos estar siempre al frente de la batalla, con estrategias para combatir los bombardeos que el diablo nos manda. Aquí está el asunto. ¿Cómo hemos de saber las estrategias? A medida que hablamos con nuestro Padre en oración y estamos en comunión con El, y permitimos que El revele a nuestros corazones, espiritu y mente revelaciones y misterios que El nos quiere mostrar, El tambien nos revelará las estrategias... Pero sí quiero hablarles de una estrategia de la guerra que creo que es la primordial. Cada estrategia del enemigo debe ser contra atacada con una estrategia celestial, ¿cierto? Bueno, quiero que miremos la estrategia de la incredulidad y el arma que la vence, la fe.
¿Cuántas veces se menciona en la Biblia la poca fe del Pueblo de Dios? ¿Cuántas veces Jesús les llama "hombres de poca fe" Ahora, pensemos en esto, si Su Palabra dice que si tuvieramos fe como un grano de mostaza le diriamos a esa montaña que se moviera., entonces quiere decir que la cuestión es si tenemos fe en Dios, ¡podemos hacerlo todo! Porque nada es imposible para El. ¿Cómo crece la semilla de mostaza? Es una semilla pequeñita, que cuando crece, brota y se convierte en un árbol grandísimo. La fe en Dios tiene que ver con la guerra, porque ¡la FE es el arma que combate la incredulidad! ¡Sí. Dios nos ha dado el arma, la estrategia mas poderosa para la guerra! ¡El nos ha enviado, pero nos ha equipado! Miremos el entrenamiento del ejercito de Dios, nosotros Sus soldados, como somos entrenados:
1. La fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.
2. Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo.
3. El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.
El diablo, las huestes demoníacas no descansan, siempre estan violentamente tratando de obstaculizarnos en cumplir nuestra misión. Amados, estamos un una guerra. La fe en Dios y la guerra van agarrados de la mano. Dios nos dió la Fe como una arma poderosa para ser usada en la guerra constante. La guerra que se levanta en contra de nuestras vidas, nuestro llamado, nuestras familias, nuestro ministerio, nuestras finanzas, nuestra salud.... En fin, la guerra que el enemigo levanta en nuestra contra para que no hagamos lo que fuimos enviados a hacer. ¡Es tiempo que rompas con cada fortaleza y atadura de incredulidad en tu vida! Es hora que le digas al diablo que tu propósito aquí en la tierra es grande y que no te intimidarás más con las estrategias que el mande en contra tuya! En este momento te digo:
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo, y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando la obediencia de ustedes sea completa. -2 Corintios 10:4-6
A medida que dejes que Cristo transforme tu mente, y que entiendas que todo pensamiento negativo no te pertenece, verás cómo tu fé crece, verás como tu fortaleza crece, veras como podras conquistar por la fuerza lo que te pertenece... ¡Estamos en una guerra, pero tenemos al Gigante, Jehová Sabaoth con nosotros! El nos ha dado las estrategias para vencer. ¡Levántate y toma lo que te pertenece! ¡Conquista!
Es mi oración que esta reflexión sea parte de tu alimento del día.
Te quiero.
Bendiciones,
Michelle
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