Porque Yo sé los planes que tengo [estoy trazando] para ustedes,’ declara el SEÑOR ‘planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.- Jeremías 29:11
Mientras oraba y hablaba con mi Padre esta mañana, declaraba algunos versículos sobre mi vida, mi familia y mis negocios; y al comenzar a orar en el espíritu, mi Padre me recordó este pasaje y comenzé a declararlo. De repente, sentí Su Presencia tan cerca a mi y supe que El me quería decir algo. Comenzé a llorar al repetir ese pasaje y al entender que mi Padre venía en ese momento a estar conmigo para asegurarme que lo que yo estaba declarando (que El sabe los planes que tiene para mi, y que son planes de bien y prosperidad y no de mal) es una realidad que NUNCA cambia, que es una promesa que El ha dado y que El la cumple.
Pero, lo que El me mostró mientras corrían las lágrimas y mientras yo gemía en mi espíritu es algo que nunca olvidaré y que de inmediato supe que debía compartirlo. El me mostró una tristeza ó pesadez porque no muchas personas entienden esa Palabra y Promesa tal y como El me la estaba revelando en ese momento. Mientras yo lloraba, El me mostraba un lado tan amoroso y tierno, un Amor tan real y verdadero, un Amor que no puede dañar, no puede herir, no puede destruir; y me mostró que hay personas que aunque lo aman a El, no han llegado a entender este tipo de Amor que nuestro Padre nos tiene. No han entendido que ese pasaje tiene un significado grandísimo. No lo pueden entender porque en sus vidas, en sus mentes estan tan heridos y confundidos que se creen que las circumstancias y situaciones por las cuales han pasado, son resultados de un Dios que les ha hecho daño. Mientras yo miraba lo que El me mostraba, yo podía escuchar cómo El me decía que si todos pudieramos entender Su Amor y Sus planes de bien para nosotros y si pudieramos confiar que Sus planes son los mejores para nuestras vidas, nuestros días fueran fáciles, alegres, gozosos, ligeros, bendecidos... Si pudieramos entender que este pasaje es una clave de Su Amor hacia nosotros, pero no solo leerlo y creerlo, sino entenderlo, verlo, mirarlo, hacerlo propio, llegaríamos ante Su Presencia reconociendo las tantas veces que nos hemos equivocado al culparlo a El por lo que nos ha pasado. Le pediríamos perdón por pensar que El nos causó daño. Simplemente dejaríamos que El sanara nuestras heridas, que nos abrazara y nos mostrara que ¡El SI está trazando planes para nosotros que nos transformarán completamente!
Lo que sucede es que el diablo viene a jugar con nuestros pensamientos y viene a destruir y engañarnos. Tristemente, la mayoría de las veces tenemos la tendencia de pensar que fué Dios el que nos "hizo un daño". A mi me ha pasado; he pensado que los problemas financieros que teníamos eran porque ¡Dios no nos quería bendecir! ¿Pueden ver cómo mi mente estaba confundida? Si mi Padre me dice en Su Palabra que El sabe los planes que tiene para mí, planes de bien y no de mal, para un futuro de esperanza, entonces ¿cómo puedo yo pensar que aunque El dice eso, quiere lo contrario para mí? Creo que ya saben de dónde vino esa mentira y ese engaño a mi vida...
Mientras yo hablaba con El y El me mostraba esto, yo supe que esta revelación la tenía que compartir, pues hay muchas personas que estan pasando por tantas situaciones, y hoy Dios quiere decirte que Sus planes para tí son de bien y no de mal; son planes para un futuro mejor. No dejes que el enemigo de tu alma venga a engañarte y quitarte tu visión de un futuro lleno de esperanza, favor y bendición. El diablo se ha encargado de desenfocar nuestra mirada de nuestro Padre, y nos ha puesto unos "lentes" equivocados, en el cual no podemos ver a Dios como El es en realidad. Hoy yo quiero decirte que la experiencia que yo tuve con mi Padre ésta mañana es real; Su Presencia inundó el lugar dónde yo estaba, y El solo vino a decirme que me ama, que me quiere bendecir, y que yo confíe plenamente en Sus planes para mi vida. Al igual, yo en este momento te digo, deja que Su Presencia inunde tu corazón y confía que Sus planes y propósitos para tu vida son de bien y bendición. El lo ha prometido, Su Amor es tan inmenso, deja que El te abraze hoy y deja que te susurre a tu oído.
Es mi oración que esta reflexión sea parte de tu almiento del día.
Te quiero.
Bendiciones,
Michelle
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